- François Hollande: «No hay duda de que ha sido un ataque terrorista»
- Hay, además, diez personas heridas, cinco de ellas en estado grave
- Se trata del semanario satírico Charlie Hebdo, que había sido atacado antes
Al menos doce personas han muerto en un ataque brutal contra la sede parisina del semanario satírico Charlie Hebdo, que había sido objeto de amenazas en el pasado por haber publicado caricaturas de Mahoma. El presidente François Hollande lo ha calificado como un «atentado terrorista» de una «barbarie excepcional» y ha puesto en alerta a las fuerzas policiales de la capital francesa.
La masacre se ha producido a mediodía en el distrito XI de París, cuando dos hombres encapuchados, vestidos de negro, han entrado en las oficinas de la revista armados con rifles Kalashnikov y han disparado contra el personal. Según el gobierno, la policía busca en total a «tres criminales» por toda la capital.
A las 11.30 los atacantes han asesinado a la primera víctima, antes de entrar en las oficinas de la revista. Una vez en el interior, en la sala de redacción ubicada en la segunda planta, han matado a diez personas, entre ellas ocho periodistas, un invitado y un policía encargado de la protección de uno de los responsables de la publicación.
Vamos a vengar al profeta
Vincent Justin, un periodista que trabaja en un edificio junto a la sede del semanario satírico, ha afirmado que los autores del intenso tiroteo reivindicaron su acción con la frase «vamos a vengar al profeta». También gritaban que «¡Alá es el más grande!», según ha confirmado el fiscal de París.
Una vez en la calle, se toparon sucesivamente con tres patrullas policiales con las que intercambiaron tiros. En el último tiroteo hirieron a un agente al que luego se acercaron para rematarlo en el suelo antes de volver al coche con el que se dirigieron hacia el noreste de París.
Los criminales se dan a la fuga
En la huida chocaron contra otro vehículo y, aunque intentaron continuar, tuvieron que abandonar el C-3 en una calle en el noreste de la ciudad, donde arrebataron a un automovilista su coche, un Renault Clio, para escapar.
«Ha sido una carnicería», ha asegurado, escandalizado, el presidente de la región de Ile de France, en la que se halla París, Jean-Paul Huchon.
Algunos testigos aseguran haber escuchado hasta 30 tiros en la sede del semanario, que se encuentra en el bulevar Richard-Lenoir, en pleno centro de París. Estas son las primeras imágenes del tiroteo, captadas por la agencia Premieres Lignes.
El director y sus míticos dibujantes, entre los muertos
Oficialmente la policía no ha confirmado la identidad de las víctimas, pero el abogado de Charlie Hebdo ha adelantado que entre los muertos se encuentra el director de la revista, el popular dibujante Stéphane Charbonnier, alias Charb, así como los caricaturistas Riss, Cabu y Wolinski. Los criminales gritaron sus nombres y los de otros afamados caricaturistas a medida que los encañonaban y mataban con sus armas automáticas.
François Hollande se desplazó inmediatamente al lugar del atentado, el peor en los últimos 40 años cometido en Francia, acompañado por el ministro del Interior y la alcaldesa de París.
«El ataque se ha cometido contra un periódico y contra los periodistas que siempre han querido demostrar que podían estar en Francia para defender sus ideas», afirmó Hollande. «Nadie puede pensar que puede actuar en Francia contra los principios de la república», ha advertido el jefe de Estado. «Castigaremos a los agresores», ha reiterado, prometiendo que el Gobierno «reaccionará con firmeza».
Tres mil agentes de policía peinan la capital francesa a la caza de los criminales. Y estaciones, lugares religiosos y otras instituciones sensibles han aumentado su protección.
En el punto de mira
No es la primera vez que Charlie Hebdo, que se edita desde 1970 y distribuye unos 50.000 ejemplares por semana, es atacado pero nunca antes había tenido que lamentar víctimas mortales. De hecho, se trata de un ataque sin precedente contra un medio de comunicación en Francia.
En 2006, tras reproducir las caricaturas de Mahoma del periódico danés Jyllands-Posten que provocaron la ira de los islamistas radicales en varios países, la revista recibió amenazas y llegó a ser denunciada por injurias con base religiosa.
En 2011, sus oficinas en París fueron incendiadas con cócteles molotov después de que el periódico publicase un número sobre la victoria de los islamistas en las elecciones celebradas en Túnez.
Fuente: RTVE.es