FUENTE: El Heraldo
Andorra revivió este lunes el episodio más negro de su historia reciente, el triple crimen cometido por Igor el Ruso en 2017, con la irrupción en sus calles del delincuente conocido como Rambo de Requena armado con una escopeta. El fugitivo, perseguido desde hace tres meses por una cadena de robos cometidos en la Comunidad Valenciana, fue detenido por la Guardia Civil en un monte a las afueras de la localidad minera tras una persecución iniciada en Muniesa, donde tras herir a un guardia civil que intentaba detenerle robó una furgoneta y emprendió la huida.
Pedro Lozano Jiménez, de 28 años, natural de Sagunto (Valencia), con antecedentes penales por robos y más conocido como el Rambo de Requena, fue capturado en el monte de la Paloma tras enfrentarse a tiros con los guardias civiles que le acosaban. Recibió un disparo en un muslo y fue evacuado en helicóptero al hospital Miguel Servet de Zaragoza, donde unos momentos antes había sido trasladado también por el mismo procedimiento el agente herido en Muniesa, que se encuentra ingresado en la UCI, aunque no se teme por su vida.
Todo mi cariño y los deseos de una pronta recuperación para el guardia civil herido hoy por arma de fuego en Muniesa (Teruel) durante una intervención.
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) June 8, 2020
El presunto autor ha sido ya detenido por la @guardiacivil. Gracias siempre por vuestro trabajo, profesionalidad y dedicación.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, deseó la «pronta recuperación» del guardia a través de un mensaje por las redes sociales.
El fugitivo inició su alocada huida en el Castellar, donde robó un todo terreno Suzuky con el que condujo hasta Muniesa. Salió huyendo por la mañana de una vivienda en la que podía llevar varios días oculto al ser sorprendido por los propietarios, que regresaban tras una larga ausencia impuesta por el coronavirus.
Un tiroteo
En Muniesa, el coche quedó inmobilizado en un callejón sin salida y Lozano Jiménez tuvo que abandonarlo. Fue entonces cuando protagonizó el tiroteo con la Guardia Civil que terminó con un agente herido. Una vecina pudo ver después al delincuente correr por la calle armado con una escopeta recortada. Robó a continuación una furgoneta con la que tomó la carretera hacia Andorra, que dista 39 kilómetros.
Javier Blasco, que estaba comiendo con su padre en Muniesa, escuchó dos disparos pero, inicialmente, pensó «que eran petardos». Al salir a la calle, se encontró al guardia herido apoyado en un coche patrulla. «Tenía una herida en el estomago y otra en un brazo, pero estaba consciente», ha recordado Blasco, que pidió ayuda a través del teléfono 112. «Por miedo», bajó todas las persianas de la casa para evitar que si Lozano Jiménez seguía en las inmediaciones intentara entrar en la vivienda.