Ana Belén Ledesma Sánchez, de 46 años, y su hija, Ana María Pérez Ledesma, de 18, han sido asesinadas en el piso que compartían en la calle Arenas de la localidad ciudadrealeña de Daimiel. El presunto autor de los hechos, el marido de Ana Belén, un hombre de 57 años, se ha entragado sin oponer resistencia y con un arma blanca en la mano, según la Guardia Civil.
Agentes de la Policía Local de Daimiel y de la Guardia Civil se han trasladado al domicilio de la familia sobre las 9.15 horas de este lunes, alertados por los vecinos que habían escuchado golpes y gritos de las mujeres. Cuando han llegado a la casa, madre e hija estaban muertas, con heridas ocasionadas con un cuchillo de cocina. El presunto agresor ha sido detenido y trasladado a los calabozos de Daimiel.
Según el comandante de la Guardia Civil, «no existían denuncias ni por maltrato ni por otros hechos». Al parecer, la pareja se encontraba en trámites de separación, según han apuntado algunos conocidos del matrimonio.
Las fallecidas eran naturales de Bienservida, un pueblo de la provincia de Albacete.
El alcalde de Daimiel, Leopoldo Sierra, ha decretado tres días de luto en la localidad y se ha celebrado un pleno extraordinario para condenar este lamentable suceso, al que ha seguido una concentración. «Es algo que no se puede entender, es una lacra que no para, y lo que tenemos claro es que cualquier mujer cuenta con los medios a su disposición para no aguantar ni un mínimo de maltrato», aseguraba el edil.
En menos de un mes, en concreto en tres fines de semana consecutivos, han sido cinco las mujeres muertas en Castilla-La Mancha por violencia de género. El sábado se conocía la muerte de una joven en una vivienda de la urbanización El Quiñón de Seseña (Toledo), asesinada por su pareja, un guardia civil que estaba destinado en la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil de Madrid y que posteriormente se suicidó.
Dos semanas antes, en la misma urbanización, fue asesinada otra mujer a manos de su pareja. Y el domingo 5 de febrero, en la localidad toledana de Mora, otra mujer de 38 años murió al ser agredida con un arma blanca por su pareja, un hombre de 44 años, que fue detenido y está ya en prisión.
Ante esta sucesión de asesinatos, las autoridades políticas, en el minuto de silencio que se ha celebrado en la Delegación del Gobierno de Castilla-La Mancha en Toledo, incidieron en la necesidad de alcanzar un «pacto de Estado» contra la violencia de género. También el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, urgía a llegar a un «auténtico pacto de Estado, sin fisuras y unánime».
FUENTE: ABC